Junto con la vitrocerámica, lo más importante de la cocina es el fregadero, con el grifo y la encimera, donde se lavan y preparan los propios alimentos. Se usa a diario y también se va desgastando, sobre todo si usamos al limpiarlo artículos no adecuados o sin darnos cuenta dejamos caer ollas, sartenes y otra vajilla. Los fregaderos antiguos eran más pequeños y menos prácticos que los modernos que son más amplios y más funcionales. De ahí que muchos opten como primera medida para modernizar un poco la vivienda sustituir el viejo fregadero por un modelo más nuevo.
¿Tengo que llamar obligatoriamente a un fontanero o lo puedo cambiar yo solo? Por supuesto, solo necesitas paciencia, tiempo y un poco de experiencia.
Cómo cambiar el fregadero de la cocina paso a paso
Cuando vas a comprar un fregadero observas que hay muchos factores que desconocías a tener en cuenta.
El fregadero puede ser sintético, de cristal o de acero inoxidable. Los sintéticos soportan temperaturas de poco menos de 300 grados centígrados y no tendrás que limpiar la cal en ellos ya que no se queda estancada en ese material. Además los sintéticos pueden ser de varias modalidades (aumentando su resistencia a rayarse): de resina, de resina y 70% de cuarzo y de resina y 90% de cuarzo.
Por norma general, son más resistentes los fregaderos de acero inoxidable. Además, su limpieza suele ser más sencilla y eso es importante en el día a día.
También tienes que tener en cuenta que hay dos tipos de encimera de encastrar o la llamada bajo encimera.
Por otro lado, tampoco puedes olvidar lo que tú necesitas y el sitio que tienes en la cocina para ponerlo.
Para elegir el modelo de tu nuevo fregadero, lo primero es tener en cuenta el sitio que tienes para ponerlo, pero además es muy importante la anchura del mismo.
El doble fregadero con escurridor y los que tienen forma de esquina son los que mejor aprovechan las esquinas de la cocina; pero en las cocinas más pequeñas son ideales los fregaderos redondos y no dobles.
Para elegir el fregadero tienes que combinar sus materiales y los tipos de encimera. Los fregaderos de cristal nunca son de bajo encimera, sino que tendrás que recurrir a encimeras sintéticas, de piedra o de granito. Sin embargo hay fregaderos sintéticos, de cristal y de acero inoxidable para las encimeras de encastrar. También se usan cada vez más encimeras de madera y laminadas.
Sin olvidar la distribución de la cocina, conviene mencionar que hay varias formas de fregaderos que sirven para aprovechar más el sitio que se tiene en la cocina para colocarlo.
Mejor pon a la izquierda o a la derecha o en ambos lugares un fregadero con escurridor, respetando siempre que haya como mínimo sesenta centímetros entre el fregadero y la placa.
Como hemos mencionado ya, el más pequeño es el fregadero con una cubeta pero también los hay con cubeta y media y el fregadero doble (o con dos cubetas). Además hay fregaderos de cubeta con escurridos de los enumerados anteriormente. El que más espacio necesita es el doble fregadero con escurridor.
Ahora lo más importante es conseguir el material y las herramientas necesarias, que vamos a indicar a continuación.
Materiales:
- Fregadero doble con escurridor o el modelo que prefieras y quieras en tu cocina.
- Pegamento universal.
- Cinta adhesiva.
- Piezas de PVC.
Herramientas:
- Taladro atornillador.
- Multiherramienta.
- Espátula.
- Disco para metal y otro para madera (si fuera necesario).
- Pistola aplicadora de silicona.
- Hoja para madera.
. Punta PZ2.
- Un recipiente o balde para el agua.
- Un trapo para limpiar y alcohol.
- Sierra caladora.
- Llave inglesa.
Seguramente tu viejo fregadero tenga una sola cubeta y por tanto, una vez que lo desinstalas, tienes que hacer sitio para el nuevo. También tendrás que poner la grifería, el sifón, el desagüe, pegar con pegamento universal y con grapas especiales el fregadero nuevo y conectar a las tuberías correspondientes. Vamos a empezar…
Llaves de paso de agua
Busca las llaves de paso de agua y antes de hacer nada ciérralas.
Por si acaso cae el agua que hay en su interior, pon un recipiente en la parte de abajo del fregadero y ya puedes aflojar los latiguillos con una llave inglesa.
Para poder quitar el sifón, suelta manualmente la rosca que lo sujeta. Una vez quitado el sifón, saca el viejo fregadero y quita toda la silicona que pueda haber donde estaba montado con una espátula. Lo mejor ahora es con un trapo mojado con alcohol limpiar la encimera del todo.
En cuanto hemos terminado de limpiar la encimera, ponemos cinta adhesiva donde vamos a realizar los cortes y, una vez puesta la hoja para madera en la sierra caladora hacemos más grande el espacio que había para el antiguo fregadero. Si tienes que cortar muebles, lo mejor es usar una multiherramienta (con el disco para cortar madera).
El grifo
En uno de los agujeros del fregadero coloca el grifo en los latiguillos y da vueltas la tuerca para ajustarlo.
Ajusta dando vueltas las piezas de PVC para encajarlas en el desagüe, poniendo las juntas de estanqueidad que vienen con el fregadero o que hemos adquirido. Una vez unidas, se pone en el lugar que proceda.
Montamos el sifón con sus distintos componentes para poder unirlo al fregadero, que fijaremos con el pegamento universal (sirviéndonos de la pistola de silicona), que además servirá para sellarlo y también con las grapas de fijación.
Ahora colocas en su sitio el fregadero y lo unes a las tuberías correspondientes, en primer lugar, ayudándote de las grapas, hay que poner otra vez los latiguillos correspondientes para permitir la entrada de agua (fría y caliente).
Ahora la prueba de fuego: Abrir las llaves del agua en cuanto está conectado el fregadero y simplemente ver que sale agua adecuadamente y sin escapes.
¿De qué material compro el fregadero?
Decíamos al principio que el más resistente y el que menos se deteriora con golpes y rasguños es el de acero inoxidable o que el sintético no se pegaba la cal. Un fregadero tiene tres enemigos: La cal, los golpes y los rayados. Por eso es esencial saber de qué material comprar tu fregadero.
Aunque son los que más se rayan y a los que más se pega la cal, los fregaderos de acero inoxidable, (ya sean texturados o pulidos) son los más resistentes a los golpes. Además, se limpian con mucha facilidad.
Los sintéticos son casi nunca se rayan, son muy resistentes a los golpes y prácticamente no se pega la cal. Además, puedes elegirlo prácticamente en el color que quieras porque hay muchísimas variedades.
A los de cristal se les pega menos cal que a los de acero inoxidable, son mediatamente resistentes a rayarse pero se rompen con gran facilidad. Decir a su favor, sin embargo, que como ningún producto los penetra, son los más más higiénicos de los tres con diferencia. Nunca tendrás restos o residuos incrustados en dicho fregadero y es muy fácil de limpiar.
Para que nos entendamos…
El más resistente a rayarse: El de acero inoxidable.
El sintético según el tipo es de mayor resistencia a rayarse (solo de resina, con 70% de cuarzo, con 90% de cuarzo).
El más resistente a los golpes: El de acero inoxidable.
El que menos resiste un impacto es el sintético de resina y los que mezclan cuarto y resina (sin que influya si tiene más o menos cuarzo) están en la media alta.
El más resistente a la temperatura es el de acero inoxidable.
Después el sintético con 90% cuarzo, el de resina y 70% de cuarzo, y finalmente el sintético todo de resina.
Pero en temas de retención de cal, el peor es el de acero inoxidable. Los mejores son el sintético de resina con 90% cuarzo el sintético todo de resina. Sólo un poco peor es el de resina con 70% de cuarzo.
Mantenimiento fregadero cocina
El de acero inoxidable para aclararlo requiere agua en cantidad y secarlo con un paño (imprescindible para que no se pegue la cal), usando para su limpieza un jabón neutro diluido en agua. Se deteriorará mucho si lo limpiamos con detergente en polvo, productos abrasivos y estropajos de níquel, aunque se haya puesto tratamiento anti-rayas en el fregadero.
Los compañeros de desatascos Murcia te indican que el sintético para aclararlo requiere agua en cantidad, frotar con suavidad la esponja y secarlo con un paño (imprescindible para que no se pegue la cal), usando para su limpieza un jabón neutro diluido en agua. Se estropeará si lo limpiamos con detergente abrasivos o con estropajos. Lo mejor es usar cepillos con los pelos de nailon si vemos que ha quedado alguna pequeña mancha en el fregadero.
El de cristal jamás se limpia con estropajos de níquel porque rayarías la superficie de inmediato. Tendrás que usar con cuidado (y paciencia) un trapo sin mojarlo para quitar salpicaduras.
Componentes adicionales
Se puede poner un cesto escurridor en el fregadero (que tiene su mismo tamaño) para limpiar frutas y verduras con más facilidad y después quitarlo una vez que se usa para que no estorbe. Es uno de los componentes adicionales del fregadero.
También se suele añadir un recipiente especial para paños, bayetas, estropajos… Generalmente, para que no se estropeen al mojarse, son de acero inoxidable o de plástico.
O para que se produzcan las mínimas salpicaduras o para que no se rompa la vajilla más delicada (vasos, copas), se puede poner un antideslizante decorativo.
Ya sabes entonces cómo cambiar tu fregadero y todos lo que tienes que saber para elegir el modelo según la encimera que tengas, la presencia de cal en nuestro suministro de agua o la propia organización de tu cocina. Pero si lo prefieres, y te quitas de complicaciones, es más fácil llamar uno de nuestros fontaneros Guzman el Bueno, tenemos años de experiencia al servicio de un público cada vez mayor que prefiere contratar a profesionales determinados asuntos domésticos y así no mancharse las manos.
¡Tú decides!